Desde que me dedico al cultivo de plantas, cada vez que voy al Museo del Prado de Madrid, una de mis grandes aficiones, o a cualquier otro museo o exposición de pintura, procuro prestar mucha atención para tratar de encontrar flores conocidas, especialmente bulbosas en los cuadros que se exponen. Recuerdo una exposición de El Greco en Toledo, en la que en uno de los cuadros expuestos, del que no recuerdo el nombre, pero sí que era la representación de un santo de la iglesia católica, aparecían representadas unas preciosas azucenas. Pero en el Museo del Prado hay cinco pequeños lienzos dedicados a los cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. En una de estas pinturas, realizadas por Jan Brueghel "El Viejo" y Rubens, se representa el sentido del olfato con Venus y Cupido rodeados de flores. A la izquierda del cuadro se puede observar, junto a unos tulipanes, lo que parece un hippeastrum. No estoy seguro. ¿Alguien me puede ayudar?
Y para disfrutar del tiempo de cerezas en el que vivimos, voy a escuchar "Le temps de cerises" interpretada por Yves Montand. Así me sirve de consuelo imaginarme que estoy viendo los cerezos repletos de frutos, que a mi me gustan más que con flores, en tierras próximas a Alcoy (Alicante). No es necesario irse al Valle del Jerte para contemplarlos.
Pocas árboles podrían sobrevivir en las condiciones que lo hacen estos algarrobos en las laderas y las faldas de los montes que cercan la margen izquierda del río Segura a su paso por Ojós. En medio de pedregales soportan las temperaturas extremas que se registran en esa auténtica caldera en la que se convierte este pequeño pueblo en los meses de verano. Sus enormes raíces le dan estabilidad, a pesar de las continuadas pérdidas del sustrato que le sirve de sostén, como consecuencia de las lluvias torrenciales que no con poca frecuencia se producen, y les permiten horadar el terreno en busca de una escasa agua.
Estos centenarios ejemplares, ahora autosuficientes, no tendrían este porte sin la pericia y la tenacidad de las personas que hicieron posible los cultivos de agrios y frutales de hueso en esta estrecha franja de terreno, de poco más de cien mil metros cuadrados, que va desde el desfiladero del Solvente hasta la garganta del Salto de la Novia y que han sido el principal sostén económico de los habitantes de Ojós hasta los años setenta del siglo pasado. Su fruto, la algarroba, no se comercializaba ni estaba incluido en la dieta de las personas, sino que servía de complemento alimenticio al ganado y a las bestias de carga, estas últimas imprescindibles, además de para la recolección de la cosecha, para la ejecución de esa auténtica obra de ingeniería popular que se muestra al que pueda adentrarse por la intrincada red de caminos de acceso a los viejos huertos de este precioso rincón de Ojós. El impresionante, y poco valorado en la actualidad, conjunto de muros de aterrazamiento de bancales y de contención de las frecuentes riadas, que llegaban a cubrir las copas de los árboles, o el empedrado de las alcantarillas, que todavía sirven de aliviadero para la circulación del agua de riego o de lluvia, creo que no hubieran sido posible sin la existencia de este gigante que es el algarrobo.
Aunque haya perdido su primitiva función, de lo que no se ha olvidado es de seguir su ciclo anual en la producción de su fruto. A partir de finales del mes de septiembre y hasta principios de noviembre, todo aquel que pasee por las riberas del Segura, a su paso por Ojós, percibirá un intenso y extraño olor y, para el no avisado, de origen desconocido. Es el olor que se desprende de la flor del algarrobo, que atrae a miles de abejas que van a contribuir a la producción de la deliciosa algarroba. Atrévanse a degustarla cruda. Yo lo hacía y lo sigo haciendo. Es muy saludable.
Siempre me gustó la música italiana, que con frecuencia escuchaba en mi adolescencia y juventud. Gino Paoli, Luigi Tenco, Bruno Lauzi, Umberto Bindi y el que voy a escuchar hoy, Piero Ciampi acompañado por la orquesta de la RAI. Impresionante.
Estos gladiolus illyricus o lirios de monte también forman parte de la variadísima flora de los montes que rodean Ojós. Su principal amenaza son las manadas de jabalíes hambrientos que durante los últimos años de sequía arrasaban todo lo que encontraban a su paso. El final de la sequía ha hecho que se hayan vuelto a ver en abundancia.
No sé si conocen a Simon Shaheen, pero a mí me encanta escuchar su música.
Este híbrido de hippeastrum, comercializado con el nombre de Apple Blossom, lo adquirí en un centro comercial durante las habituales ofertas prenavideñas de hace tres años. Su nombre en inglés podría traducirse al castellano como "flor de manzana", aunque ignoro por completo las razones que llevaron a los productores y comercializadores de este bulbo a darle tal denominación. Quizás haya alguna variedad de manzano cuyas flores se asemejen a la coloración de esta bonita flor, porque no creo que a sus creadores les inspirara el conocido cóctel del mismo nombre.
El tamaño de la flor es bastante grande en bulbos adultos y la textura de sus pétalos recuerda al vitattum. El bulbo madre ha sido un poco irregular en la floración, aunque durante el tiempo que lo tengo ya ha dado tres hijuelos, dos de ellos con vara floral. Este híbrido, aunque no lo he comprobado, tengo entendido que es estéril para la producción de semillas con su propio polen. Ignoro si con el polen de otro podría ser fértil. De lo que si estoy seguro, por experiencia personal, es que su polen es fértil para fecundar un hippeastrum vitatum y un baby star, "cruces" que he hecho este año a la búsqueda de un rosa más intenso en su coloración. Las cápsulas de semillas ya están en su fase final y espero tener suerte en el proceso de germinación.
Y ahora mas musiquinha con la maravillosa María Bethania.
Estas sencillas y bellas flores amarillas nacen de un bulbo de lachenalia aloides "Pearsonii", de acuerdo con la referencia que he tomado de la Pacific Bulb Society. Los tres pequeños bulbos, que me envió hace dos años desde Portugal mi estimada amiga Cris, se han multiplicado con generosidad para disfrute de nuestros ojos durante el mes de marzo. Esta planta, procedente de Sudáfrica, el pasado año, por primera vez, ha comenzado a asomar sus hojas a comienzos de noviembre, al mismo tiempo que una lachenaliabulbifera orange, con la que convive, y que florece todos los años por Navidad. Sin embargo, esta de flores amarillas retrasa su floración al mes de marzo. Espero que, una vez que se adapte al templado invierno murciano, pueda compartir floración con su compañera naranja. El hecho de que florezcan en pleno invierno hace que el esplendor y la belleza de sus flores se prolongue casi durante un mes y medio.
Este bulbo de hippeastrum nació de una semilla de rilona sembrada en julio de 2009. La semilla me llegó desde Mexico a través de una amiga, Claudia. El bulbo ha dado una vara floral con dos flores. No puedo hacer una valoración especial de él porque nunca había visto al natural uno semejante, aunque si puedo señalar que, al natural tiene un tono anaranjado muy singular y en el fondo de la flor tonalidades blancas. Pero lo que si me sorprendió, fue el enorme vigor de las semillas que hicieron que el bulbo engordara muy rápidamente, al tenerlo sólo en una maceta. El resto de los bulbos de semillas de rilona, coetáneos de este, todavía no han dado vara floral, probablemente por convivir con otros en la misma maceta.
Hoy he sufrido mucho con el partido de Rafa Nadal en Paris. A ver si me relajo con la música de Yerba Buena.
Hace unos años encontré, junto a la tapia de un huerto de Ojós, unos bulbos de azucenas. Por la deshidratación que su aspecto delataba, era evidente que habían sido abandonados intencionadamente. Habría más de cien de todos los tamaños. Inmediatamente fui a aprovisionarme de una bolsa para transportarlos y volví a recogerlos. Me sorprendió extraordinariamente aquel abandono, ya que conocía al dueño y sabía lo bien que cuidaba a sus plantas. Cuando me lo encontré le dije que había recogido las "cebollas" y le pregunté por los motivos del abandono. No salía de mi asombro cuando me respondió: "Ventura, es que esas "cebollas" son machos y no dan flores". Intenté sacarle de su error, pero se mantuvo firme en su convicción y, después de hacer reparto entre mis amigos y conocidos, en el mes de octubre las planté en un huerto y las que muestro a continuación son de aquellas "cebollas" macho, que llevan ya su cuarta floración. Cuando se lo cuento al bueno de Domingo, que así se llama este vecino, todavía se mantiene "en sus trece".
Hace unos días, visitando De jardí de Vicent, por fin encontré el nombre de la flor que aparece en mi perfil: Cistus Albidus. La vi por primera vez en una excursión que hice en la primavera de 2007 por los montes que rodean Ojós (Murcia). Era la primera vez que la veía y me sorprendió su presencia en una zona que conozco bastante bien desde hace mucho tiempo. Sólamente había un par de plantas. Pero la casualidad quiso que, pocos días después, en una nueva excursión, por los mismos montes y a unos tres kilómetros de distancia del primer lugar, volviera a encontrar esta hermosa planta que me dejó cautivado. En el segundo lugar, igualmente, sólo encontré dos plantas. No alcanzo a comprender los motivos por los que hay tan pocos ejemplares. Supongo que en algún tiempo sería más abundante y el pastoreo y la recogida del esparto, con el que convive, en tiempos no muy remotos, contribuiría a su casi extinción en esta zona. Espero que, al encontrarse estos ejemplares bastante lejos de los lugares de paso de los excursionistas que visitan la zona, se puedan extender.
Aquí están los ejemplares que tuve la fortuna de encontrar.
Me encantan estas escenas de la película "Picnic".
Estos dos hippeastrum también nacieron de semillas sembradas en marzo de 2009 y procedentes de charisma y showmaster. Los bulbos son menos voluminosos y las flores han salido más pequeñas que las de anteriores entradas. Además, en este caso, tuvieron que soportar un enorme aguacero con granizo hace unos días. Afortunadamente las hojas no sufrieron muchos daños, sin embargo las flores quedaron un tanto maltrechas. Estos "hippes" no los puedo poner a cubierto cuando hay exceso de lluvia y temo un ataque de hongos. El mes de abril y la primera semana de mayo han sido excesivamente lluviosos, por lo que llevo sin regarlos, prácticamente, dos meses y aún está húmedo el sustrato. Espero que el fertilizante granulado que les suelo poner para aprovechar el agua de lluvia les haya servido para "alimentarse".
Y después a disfrutar de la fantástica Patsy Cline interpretando "Crazy"
El año pasado una plaga de cochinilla algodonosa, prácticamente, acabó con todas las chumberas de la Región de Murcia. Las escasos ejemplares supervivientes, que poco a poco comienzan a recuperarse, son de nuevo atacados al poco de aparecer los nuevos brotes verdes. Algunos ven con buenos ojos la desaparición de esta hermosa planta al no considerarla autóctona. Ciertamente que, a veces, es bastante invasiva, sin embargo creo que su convivencia con la flora autóctona, poco ha perjudicado a esta. Las autoridades administrativas nada están haciendo para su protección y recuperación, por lo que su desaparición en pocos años es casi segura.
Las imágenes están tomadas durante el año 2007 en el paraje conocido como "Siberia" en Ojós, (Murcia). Hoy son un amasijo de restos indescriptible.
Como nada se puede hacer, nos consolaremos escuchando a Julie London cantando "Cry me a river".
Este hippeastrum nació de semilla sembrada a principios de julio de 2009, que me envió una amiga de Mallorca, Margalida, y, según me dijo, procedente de un "cruce" de vitattum (receptor de polen) y blanco (donante de polen, según ella de un bulbo expuesto para la venta en un centro comercial. Sonrisa.). Al observarse al natural se percibe una predominancia del vitattum, aunque el color rojo es más intenso y en los pétalos superiores se perciben unos trazos casi de color marrón chocolate. La textura de los pétalos también es claramente vitattum. En cambio, el tamaño está entre uno y otro. En su conjunto se observa una gran armonía en la coloración de los pétalos.
En las fotos inferiores dos hippeastrum idénticos al donante y al receptor, blanco y vitattum.
Y para disfrutar contemplándola, como siempre buena música, en este caso: "manouche". Rosenberg Trio interpretando "For Sephora".
